Economista, egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León y maestro en Economía por la Universidad de Chicago. Trabajó en el Banco de México durante 31 años y medio (hasta marzo de 2012). En dicha institución ocupó diversos cargos, siendo el último como gerente de Análisis y Medición del Sector Real en la Dirección General de Investigación Económica. En ese puesto abarcó las áreas de elaboración y análisis de la estadística de balanza de pagos y de seguimiento y análisis de la actividad productiva y el empleo. Trabajó en el Fondo Monetario Internacional (FMI) como economista en el Departamento del Hemisferio Occidental (1989-1991). Actualmente, es subgerente de Estadísticas Económicas en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA). Sus funciones consisten en actividades de capacitación y asistencia técnica en temas de estadísticas económicas.
En esta lectura y en la siguiente se presentan los principales aspectos del marco conceptual de las cuentas internacionales de un país para comprender su estructura, contenido y utilidad analítica. Históricamente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) es la institución que ha establecido y divulgado lineamientos de aceptación internacional para la compilación de la estadística de las cuentas internacionales. La difusión de tales lineamientos es a través del “Manual de Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional”, siendo la versión vigente su sexta edición (MBP6). Dicho manual constituye la fuente principal de los aspectos conceptuales descritos tanto en esta como en la siguiente lectura y se complementa con el uso de la estadística oficial de México.1
Desde el punto de vista del banco central, de las autoridades gubernamentales y de los analistas, la estadística de la balanza de pagos es una herramienta muy importante para el análisis económico y la formulación de políticas. Para ello, se busca identificar las causas de los desequilibrios externos (de balanza de pagos) y las necesidades de financiamiento para determinar las políticas económicas que se instrumentarán, ya sean del rubro comercial, endeudamiento externo, etcétera.
En adición a lo anterior, el MBP6 atiende el interés creciente en el análisis de la vulnerabilidad y la sostenibilidad a través de los datos de los balances (posiciones), mediante la estadística de la Posición de Inversión Internacional (PII). En este contexto, el MBP6 constituye un marco normalizado para el registro de las transacciones y posiciones de una economía frente al resto del mundo.
1 Para una descripción completa del marco conceptual de las cuentas internacionales se puede consultar el “Manual de Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional” del Fondo Monetario Internacional (2009).
Las cuentas internacionales constituyen un marco integrado para el análisis de las relaciones económicas de una economía con el resto del mundo y se agrupan en tres conjuntos:2
La integración de estos tres tipos de cuentas da como resultado el estado integrado de la PII (tabla 1).
2 FMI (2009), p.7.
Tabla 1
Estado integrado de la PII
Fuente:
Elaboración propia con base en FMI.
3 FMI (2009.
4 FMI (2009).
La balanza de pagos se rige por el sistema de registro de partida doble, es decir, que toda transacción supone el intercambio de un valor económico por otro o una transferencia.
En las cuentas corriente y de capital, un asiento de crédito (signo positivo) corresponde a registros de exportaciones, ingresos primarios, transferencias y disposiciones de activos no financieros no producidos; en tanto que un asiento de débito (signo negativo) corresponde a importaciones, ingresos primarios y transferencias y adquisiciones de activos no financieros no producidos, es decir, los mismos conceptos pero que reflejan pagos de residentes a no residentes. En estas dos cuentas las transacciones se registran en términos brutos, es decir, para cada concepto los créditos y los débitos se registran de forma separada.
En la cuenta financiera, para las transacciones sobre activos y pasivos financieros, se utilizan los términos adquisición neta de activos financieros y emisión neta de pasivos. Estos términos destacan la forma en la que la cuenta financiera repercute en la PII. Las partidas de esta cuenta se registran en cifras netas y por separado para cada activo y pasivo financiero. Es decir, la variación neta se refiere al resultado de los aumentos menos las reducciones de una determinada categoría de activos o pasivos.
La organización de la estadística de la balanza de pagos debe realizarse en una estructura que sea coherente y facilite su uso para el análisis económico, la formulación de políticas y la comparabilidad internacional. En su apéndice 9, el MBP6 establece una serie de componentes normalizados (partidas), la cual busca garantizar una lista de partidas consideradas útiles para el análisis y que permitan la comparabilidad internacional. No obstante, esta lista de componentes normalizados no es limitativa. Cada país puede compilar y publicar otras partidas que sean consideradas de importancia nacional. Por ejemplo, para México es importante presentar como componentes las exportaciones petroleras y de productos automotrices, pero seguramente para otros países estos productos no son importantes en su comercio internacional, por lo que no presentarían información detallada sobre tales renglones.
Tabla 2
Cuenta corriente y cuenta de capital en México
Millones de dólares
Fuente:
Elaboración propia con base en Banxico e Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los componentes normalizados se clasifican en los siguientes grupos principales de cuentas: a) cuenta corriente; b) cuenta de capital; y c) cuenta financiera. A su vez, cada una de estas cuentas está integrada por subcuentas que agrupan bienes, servicios, activos y pasivos financieros que son afines y presentan un comportamiento similar. Es decir, las subcuentas se distinguen entre ellas según la naturaleza de los recursos económicos suministrados y recibidos.
La suma de los saldos de las cuentas corriente y de capital representa el préstamo neto (superávit) o endeudamiento neto (déficit) de la economía frente al resto del mundo. Dicha suma es equivalente al saldo neto de la cuenta financiera. En las siguientes secciones de esta lectura se verán los principales componentes de las cuentas corriente y de capital, haciendo énfasis en el caso de México, cuya estadística de la balanza de pagos es divulgada por el Banco de México (tabla 2).
5 El término producto se utiliza para referirse tanto a los bienes como a los servicios.
6 Información estadística divulgada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Banco de México (Banxico).
En la cuenta de ingreso primario se registra el rendimiento que perciben las unidades institucionales por su contribución al proceso de producción (pago por suministro de mano de obra) o por el suministro de activos financieros (rendimiento) y el suministro de recursos naturales a otras unidades institucionales (rentas). El saldo de esta cuenta muestra los recursos netos que un país recibe del -o paga al- exterior por el uso de sus recursos productivos por parte de entidades no residentes (por el uso que hace de recursos productivos propiedad de entidades no residentes).
En el caso de México, en esta cuenta se presenta información sobre:
El último componente de la cuenta corriente es la cuenta de ingreso secundario. En ella se registran las transferencias corrientes entre residentes y no residentes. El saldo de esta cuenta muestra los recursos netos que un país recibe (proporciona) del exterior (al exterior) por concepto de transferencias corrientes. Las transferencias son registros de contrapartida por la provisión de un bien, un servicio, un activo financiero u otro activo no financiero no producido por parte de una unidad institucional a otra, sin que haya un valor económico entregado a cambio. Por ejemplo, en una situación de un desastre natural importante (un terremoto) el país recibe ayuda internacional, entre otras formas, en alimentos. Los alimentos se registran como importaciones en la balanza de bienes y, como contrapartida, se registra un asiento de crédito (ingreso) por transferencias por el valor de los alimentos recibidos. Las transferencias pueden ser corrientes o de capital. Para distinguir entre ellas se considera más conveniente -por comprender un rango de casos más acotado- iniciar con la descripción de las transferencias de capital, las cuales comprenden a aquellas transferencias que: a) involucran el cambio de propiedad de un activo; b) están condicionadas a la adquisición de un activo; o c) un pasivo financiero es condonado por parte de un acreedor. Así, las transferencias corrientes son todas aquellas que no son transferencias de capital.
En la estadística de balanza de pagos de México, la cuenta de ingreso secundario se conforma principalmente por las remesas. Las demás transferencias para las cuales se cuenta con información, tanto en los créditos como en los débitos, se reportan en un renglón genérico denominado Otros y representa una proporción muy pequeña dentro de esta cuenta (tabla 2).
8 FMI (2009), p. 235-237.
9 FMI (2009), p. 236.
Gráfica 1
Cuenta de capital
Millones de dólares
Fuente:
Elaboración propia con base en Banxico e INEGI.
En el caso de México, la estadística de la balanza de pagos no presenta una apertura de los componentes de la cuenta de capital, en cuanto a la divulgación de los datos agregados correspondientes a los créditos y débitos. Los montos reportados son pequeños, registrándose en 2019 un saldo deficitario en esta cuenta de 56 millones de dólares (md), resultado de créditos por 299 md y débitos por 355 md (tabla 2 y gráfica 1).
A continuación, se presenta el uso de la información de algunos de los renglones de la cuenta corriente en el análisis económico. En la primera parte se presenta el análisis a nivel de la economía en su conjunto y, posteriormente, se ven casos particulares a nivel de industrias y productos.
Para ver la interacción entre las cuentas nacionales y la cuenta corriente de la balanza de pagos se utilizará un marco de identidades contables, que se le conoce como marco ahorro-inversión. Mediante una serie de secuencias algebraicas, en la figura 1 se describe dicho marco.
Figura 1
Marco ahorro-inversión
Fuente:
Elaboración propia con base en FMI.
En la identidad 1 se presenta el equilibrio entre la oferta y el uso (demanda final) de bienes y servicios, que mediante una reorganización de sus componentes se puede expresar en la identidad ampliamente conocida como Producto Interno Bruto (PIB) y que aparece como identidad 2. El ingreso nacional disponible (YNd) son los recursos que los residentes de una economía tienen disponibles para el consumo final de bienes y servicios, y para el ahorro. El YNd es igual al PIB más el saldo de la balanza de ingreso primario de la balanza de pagos (saldo neto de los ingresos primarios cobrados a entidades no residentes menos los ingresos primarios pagados a entidades no residentes), más el saldo de la balanza de ingreso secundario de la balanza de pagos (saldo neto de las transferencias corrientes recibidas de entidades no residentes menos las transferencias corrientes enviadas a entidades no residentes).
Si se suman los saldos de las balanzas del ingreso primario (IP) y del ingreso secundario (IS) en ambos lados de la identidad 2, como se expresa en la identidad 3 y se combinan con las definiciones de YNd y de la cuenta corriente (CC), expresadas respectivamente en las identidades 4 y 5, se obtiene que el valor del YNd es idéntico a la suma del consumo (C) más la inversión (I) más el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos, que es la identidad 6. En la identidad 7, mediante una reorganización de los componentes de la identidad 6, se puede observar que si el gasto de una economía (C + I) es mayor a su ingreso, el país registrará un déficit en la cuenta corriente.
En términos de política económica, lo anterior indica que, si se busca reducir el déficit de CC, las autoridades deberán adoptar medidas que reduzcan el gasto con respecto al ingreso (por ejemplo, aumentar impuestos o reducir gastos del sector público). Desde luego, otra posibilidad es aumentar el YNd sin que esto conlleve un aumento en el gasto, lo cual se puede lograr con la adopción de medidas que aumenten la eficiencia de la economía (por ejemplo, impulsar reformas estructurales). Más aún, considerando que restando al ingreso los gastos de consumo se obtiene el ahorro (identidad 8) y reemplazando esto en la identidad 7, se obtiene que el saldo de la CC es igual a la diferencia entre el ahorro y la inversión de la economía (identidad 9). Lo primero a observar en la identidad 9 es que si en una economía la inversión es mayor al ahorro se registrará un déficit en la CC. En otras palabras, el déficit de la CC está permitiendo que la economía tenga una inversión mayor a la que le permitiría su ahorro interno. Es por esto que al déficit de la CC se le conoce también como ahorro externo que está usando la economía. Si se tuviera un superávit en la CC, sería reflejo de que el ahorro interno del país es mayor a su inversión y ese “exceso” de ahorro estaría siendo usado por el resto del mundo. En este contexto, si se busca tener un efecto sobre la CC, se deben adoptar medidas que influyan en el comportamiento del ahorro o de la inversión. Sin embargo, es importante identificar si los movimientos de la CC reflejan el comportamiento del ahorro o de la inversión. Es decir, un aumento de la inversión respecto al ahorro tendrá el mismo efecto sobre la CC, que una reducción del ahorro respecto a la inversión, no obstante, las implicaciones de largo plazo seguramente serán diferentes.
La relación entre el saldo en cuenta corriente y el ahorro y la inversión también se puede analizar haciendo una distinción entre el sector privado (Sp e Ip) y el sector del gobierno (Sg e Ig). La identidad 9 se puede expresar de forma sectorial de la siguiente forma:
De acuerdo con esta identidad, en una situación en la que un desahorro del sector del gobierno (déficit fiscal) no esté compensado por un ahorro neto del sector privado, la cuenta corriente registrará un déficit en la CC. Lo anterior significa que el saldo presupuestario del gobierno (Sg – Ig) puede influir mucho en el saldo en la CC. En particular, un déficit en cuenta corriente sostenido podría estar reflejando un gasto público persistentemente superior al ingreso gubernamental, y ese gasto excesivo llevaría a pensar en la moderación del gasto gubernamental como medida de política adecuada.
En este punto, es importante señalar que las identidades contables muestran relaciones entre las variables, pero no describen el comportamiento de las unidades económicas. En particular, existen ciertas relaciones de interdependencia entre las variables que conforman las identidades (por ejemplo, C e I están afectadas por el YNd y viceversa), por lo que se necesita más información para determinar el efecto de las políticas económicas en la cuenta corriente. Así, el marco ahorro-inversión permite analizar la interacción entre las decisiones de ahorro e inversión y la CC, pero para tener una medición del efecto de las políticas económicas sobre la CC es necesario contar con información sobre los factores que determinan el comportamiento de cada variable.
2.2. Otros elementos de análisis de la cuenta corriente
Es importante analizar las diferentes cuentas que conforman la cuenta corriente para identificar cuáles están determinando su comportamiento. Por ejemplo, en una situación en la que la balanza de bienes registre un déficit de 100, las balanzas de servicios y de ingreso primario arrojan saldos netos de cero, pero si la balanza de ingreso secundario (transferencias) registra un superávit de 100, la CC tendría un saldo neto de cero. Es decir, la CC estaría “equilibrada”. Considerando que los ingresos por remesas no son una variable que pueda ser influida por las autoridades del país receptor, se podría concluir que el referido “equilibrio” de la CC no es sostenible o bien que es riesgoso, ya que si el flujo de remesas se detuviera por factores externos (como la pandemia del COVID-19), en el corto plazo, eso se traduciría en un repentino déficit de la CC. Posteriormente, muy probablemente se registraría una reducción en el consumo de las familias receptoras de las remesas que, en parte, podría reflejarse en menos importaciones. Adicionalmente, la menor oferta de dólares (por la reducción de remesas) podría afectar el tipo de cambio (una depreciación), que también provocaría un ajuste en la balanza de bienes.
En cuanto al tamaño del déficit de la CC, cuando se analiza la estadística de la CC, una de las primeras preguntas que surge es si el nivel de su saldo es pequeño o grande. Para ello, se debe cuantificar la importancia que tiene dicho saldo en la respectiva economía. La medida que se utiliza para ello es la relación que guarda el saldo de la CC con respecto al tamaño de la economía, es decir, se mide la CC como proporción del PIB. En 2019, en México, este indicador resultó de -0.3% del PIB,10 pero ¿cómo saber si ese número es pequeño, grande o razonable? Para poder responder esa pregunta es necesario conocer las fuentes de financiamiento con las que cuenta el país, las cuales se analizan en la siguiente lectura donde se hablará de la descripción y análisis de la cuenta financiera. No obstante, el nivel de la CC y su comportamiento, a través del tiempo, proporcionan información útil para el análisis.
10 Banxico (2020), p. 3.
Gráfica 2
Déficit de la cuenta corriente como proporción del PIB
Porcentajes
Fuente:
Elaboración propia con base en Banxico e INEGI.
En ocasiones se habla de la existencia de “reglas de dedo”, las cuales establecen valores de referencia para determinadas variables y circunstancias. En el caso del déficit de la CC, como “regla de dedo”, se dice que si éste representa menos de 3% del PIB se considera de tamaño razonable y no representa problemas. No está claro el origen de ese valor de referencia, pero al parecer se basa en la revisión de información de un periodo largo de tiempo y de varios países en la que se encontró que los países que registraban déficits de CC de menos de 3% de su pib no enfrentaban problemas para financiarlo. Sin embargo, pudiera darse el caso de que un país con un déficit de CC menor a 3% no cuente con suficientes fuentes de financiamiento, por lo que dicho valor de “regla de dedo” debe tomarse como un indicador que sugiere que, si el déficit de CC es superior a ese valor, algo está pasando en las cuentas internacionales que merece un análisis detallado para determinar si hay o no problemas potenciales.
Otro aspecto a analizar es la evolución del saldo de la CC, a través del tiempo. En la gráfica 2 se muestra la evolución del déficit de la CC de México de 2006 a 2019. Se puede observar que durante ese periodo dicho déficit nunca llegó a representar 3% del PIB. No obstante, se observa que ese valor pasó de 0.5% en 2010 a 2.5% en 2013.11 Esto es un aumento de dos puntos porcentuales en tres años, que es un ritmo de crecimiento muy rápido y requiere de un análisis cuidadoso de las razones de ese aumento y de las fuentes de financiamiento que lo han hecho posible para determinar si la situación no representa problemas de viabilidad y sostenibilidad. Utilizando el marco ahorro-inversión, dicho comportamiento significa que en ese periodo el gasto interno de la economía mexicana creció a un ritmo superior al del YNd, generando ese incremento en el déficit en la CC, es decir, hubo presiones de demanda interna que se reflejaron en un mayor déficit de la CC. Por el lado de las cuentas nacionales se analiza si tal comportamiento está reflejando un crecimiento de la inversión mayor al observado por el ahorro o si es consecuencia de una caída del ahorro interno. Por el lado de la balanza de pagos, se analiza cuáles de sus componentes de la CC están determinando el crecimiento de su déficit. Así se identifica si es necesario tomar alguna decisión de política económica para contener o reducir el déficit de la CC y las medidas que se tomarían para ello.
11 Banxico (2020), p. 3.
Gráfica 3
Exportaciones de mercancías
Datos desestacionalizados, millones de dólares
El análisis de la información a nivel de producto o servicio es útil tanto para identificar los factores que están detrás de la evolución de la CC, como para servir de soporte en negociaciones comerciales y para las entidades económicas que tienen interés en la evolución de sus mercados.
En el caso de México hay dos productos que, por su importancia, regularmente se analizan de forma separada en la evolución de su comercio internacional: los productos petroleros y los automotrices. Lo mismo aplica por el lado de los servicios, en el caso de la estadística de viajeros internacionales.
En la gráfica 3A, se observa que en marzo y, particularmente, en abril de 202012 las exportaciones (utilizando cifras desestacionalizadas) registraron reducciones significativas tanto en tasas anuales como mensuales.13 En abril las exportaciones totales disminuyeron en 41.5% a tasa anual, resultando a su vez de reducciones anuales de 67.3% en las exportaciones petroleras y de 39.8% en las no petroleras.14 Estas importantes caídas en las exportaciones fueron consecuencia de las medidas adoptadas por los diferentes países para hacer frente a la pandemia del COVID-19, las cuales incluyeron de forma preponderante el cierre de las actividades productivas de los sectores que no eran considerados esenciales para enfrentar la crisis sanitaria y contribuir a evitar la propagación del virus. El grado y el momento en el que se adoptaron estas medidas fue diferente en los países, pero en general su inicio se ubica a partir de mediados de marzo de 2020. El impacto en las exportaciones fue muy significativo debido a que fue resultado de la combinación de choques de demanda y oferta. Lo anterior fue consecuencia de que el cierre de actividades se dio tanto en los países de destino de las exportaciones (choque de demanda), como en México (choque de oferta). En el caso de las exportaciones petroleras, además de la menor demanda, en ese mes se registró un nivel de precios internacionales del petróleo significativamente menor al observado un año antes, lo cual también contribuyó a la reducción anual. Por su parte, en las exportaciones no petroleras, las correspondientes al sector automotriz, fueron de las más afectadas, presentando una caída anual de 79% en abril (gráfica 3b).
14 INEGI (2020).
Gráfica 4
Viajeros internacionales
Datos desestacionalizados, millones de dólares
Fuente:
Elaboración propia con base en Banxico e INEGI.
Otro renglón importante en la cuenta corriente de la balanza de pagos de México es el correspondiente al de viajeros internacionales, el cual forma parte de la balanza de servicios. Una de las medidas adoptadas, ante el COVID-19, fue el cierre de las fronteras de un número importante de países, con lo cual se eliminó -o se redujo drásticamente- la movilidad internacional de personas. Varios países de Europa y Estados Unidos, que son los principales países de origen de los viajeros que visitan México, adoptaron tales medidas afectando severamente la actividad turística internacional del país (gráfica 4). Como resultado, los ingresos de México por viajeros internacionales registraron una caída anual de 47.4% en marzo y de 93.5% en abril de 2020.15 Un comportamiento similar se puede observar en 2009, correspondiendo en esa ocasión al brote del virus de influenza A(H1N1). Sin embargo, si bien México fue uno de los países más afectado por ese virus, su efecto en la actividad económica mundial fue de menor magnitud que el del COVID-19, lo que determinó que la caída en los ingresos y egresos por viajeros internacionales en 2009 fuera menor a la registrada en 2020.16
Gráfica 5
Balanzas de la cuenta corriente y de sus componentes
Millones de dólares
Fuente:
Elaboración propia con base en Banxico.
2.4. Análisis de la cuenta corriente por componentes
En 2019, la cuenta corriente (CC) registró un déficit de 4 341 md, monto equivalente a 0.3% del PIB. Estas cifras son significativamente menores a la observadas en 2018, de un déficit de 25 258 md y de 2.1% del PIB.17 En la gráfica 5a se puede observar que esta reducción en el déficit de la CC fue básicamente reflejo de la evolución de la balanza de bienes -que pasó de un déficit de 13 767 md en 2018, a un superávit de 5 212 md en 2019- y en particular de un importante aumento en el superávit de las mercancías no petroleras18 (gráfica 5b).
Gráfica 6
Balanzas de servicios y del ingreso secundario
Millones de dólares
Fuente:
Elaboración propia con base en Banxico e INEGI.
Cabe mencionar que en la referida evolución de la CC también contribuyó una reducción en el déficit de la balanza de servicios, principalmente por mayores ingresos netos por viajes (gráfica 6a); y un aumento en el superávit de la balanza del ingreso secundario, cuyo componente principal son las remesas (gráfica 6b).
En esta lectura se presentaron los principales aspectos del marco conceptual de las cuentas internacionales, que son piezas fundamentales para el entendimiento y análisis de dichas cuentas. Así mismo, se desarrolló el marco ahorro-inversión, el cual constituye un marco analítico sencillo que permite analizar la interrelación de las cuentas nacionales y las cuentas internacionales, sus resultados y, con base en ellos, identificar si el nivel y la evolución del saldo de la cuenta corriente y de sus componentes representan algún riesgo que requiera de la adopción de algunas medidas de ajuste de política económica. Este análisis se realizó utilizando las cifras oficiales de la balanza de pagos de México. La evaluación global de la viabilidad y sostenibilidad de las cuentas externas requiere del análisis de la cuenta financiera, el cual es tratado en la siguiente lectura.
Banxico (2020), “La Balanza de Pagos en el Primer Trimestre de 2020”, Banco de México, México, Enlace
FMI (2009), Manual de Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional, Sexta edición (MBP6), edición en PDF, Fondo Monetario Internacional, Washington, D. C.
INEGI (2020), “Balanza comercial de Mercancías en México”, Instituto Nacional de Estadística y Geografía, México, Enlace
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